¡¡¡Buenas tardes!!! ¿Cómo se presenta el fin
de semana? Por aquí, con fiestas en el pueblo, ganas de hacer manualidades y
renovar la casa, salir a pasear y visitar a amigos y familia… ¡¡¡Hay que aprovechar
este primer finde del mes de Junio!!!
No sé si ya lo he comentado en alguna ocasión,
en mi casa, aunque pequeñita, tengo mucho espacio, y en el balcón del salón
tengo una jardinera gigante de obra, justo debajo de las ventanas. Como es
bastante espaciosa, había pensado dedicar una parte a plantar flores muy
coloridas y vistosas para alegrarme cada vez que mire por la ventana, y en el
lado opuesto hacer un pequeño huerto urbano, ya que siempre me ha gustado
plantar mis propios tomates, cebollas, pimientos, menta y hierbabuena.
Hoy os quiero dejar un poco de información,
truquitos y consejos por si alguien más se anima a tener su pequeño huertecito.
Pasos para hacer un huerto urbano
1. Elegir el lugar: Una
terraza, ventana o balcón puede convertirse en un lugar perfecto para cultivar
las plantas. Lo más aconsejable es que el huerto esté situado en una zona
iluminada, orientado hacia el sur para aprovechar el máximo número de horas de
sol (8-10 horas de luz). Y si es posible, que esté protegido de las corrientes
de aire.
2. ¿Qué plantamos? Al principio es
recomendable iniciarse con cultivos fáciles que no nos den
demasiados problemas. Darán mejores resultados aquellos cultivos a los que
no le afecten graves enfermedades y plagas, que tengan un ciclo corto, que se
puedan cultivar durante casi todo el año y que sean cultivos de fácil manejo.
Especies como acelgas, lechugas, rábano, ajo y cebollas cumplen estos
requisitos. Consulta el manual de
Horturba (en pdf) para conocer más datos sobre los diferentes alimentos que
puedes cultivar.
3. Recipientes. Según las
dimensiones de tu balcón, terraza o patio habrá que elegir un tipo de maceta o
contenedor diferente para instalar el huerto. Entre 7 y 15 centímetros de
profundidad se puede plantar casi de todo (zanahorias, tomates,
judías, maíz, guisantes, calabazas, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca,
menta...), ya que las raíces no requieren mucho volumen si tienen suficiente
agua, aire y nutrientes. Los maceteros de barro, aunque son más pesados, son
mejores que los de plástico porque respetan la temperatura de la tierra. Las
jardineras o la mesa de huerto son otras buenas opciones. Lo importante es que
tengan un buen sistema de drenaje.
3. La siembra. Existen dos
formas básicas de siembra: sembrar directamente al huerto o sembrar en contenedores pequeños para
después trasplantarlos al huerto, lo que se conoce como
plantel. Hay hortalizas como el rábano, la zanahoria o el nabo que no se pueden
trasplantar y obligatoriamente se deben de sembrar. Otras hortalizas como la
lechuga, la cebolla o el tomate, aunque se pueden sembrar directamente, es
aconsejable trasplantar el plantón.
4. El transplante. Lo más
importante durante el transplante es no estropear las raíces de la planta y
hacer un agujero lo suficientemente grande. El siguiente paso es presionar
ligeramente el sustrato alrededor de la planta transplantada y regar a
continuación con una regadora.
5. El sustrato. Un
buen sustrato asegurará el éxito de la huerta. El más recomendado es el
compost, un sustrato de origen 100% orgánico que contiene una mezcla de restos
forestales y estiércol. Puedes incluso hacer tu propio compost en casa. Entre
sus ventajas destaca su capacidad de almacenar agua y nutrientes que la tierra
posee, algo fundamental ya que en nuestro huerto, las plantas tendrán poca
profundidad de sustrato para que las raíces busquen el alimento. Además, el
sustrato orgánico pesa hasta tres veces menos que la tierra normal y, por lo
tanto, carga mucho menos la mesa y la terraza.
Cómo abonar
Las plantas se alimentan de los nutrientes
minerales que hay en el sustrato y que extraen mediante sus raíces. Los más
importantes son el fósforo, el nitrógeno, el potasio, el magnesio, el
manganeso, el boro, el cobre, el molibdeno y el hierro. Al principio no será
necesario añadir ningún abono, pero con el tiempo, los nutrientes se agotarán y
habrá que añadir más compost. Se recomienda abonar al menos dos veces al año.
Cómo regar
El riego es una de las claves para el éxito de
nuestro huerto en casa. Para regar con precisión, se recomienda instalar un
sistema de riego por goteo. Sabremos que el riego ha finalizado cuando comience
a salir agua por debajo de la mesa. La frecuencia del riego depende de la época
del año y de la cantidad de plantas que hay en el huerto. Por ejemplo, en
verano es necesario regar dos o tres veces al día.
Control de plagas
Se debe observar el huerto para detectar las posibles
plagas lo antes posible. Para combatirlas, no es recomendable utilizar
tratamientos químicos ya que generalmente son tóxicos y no respetan los
enemigos naturales de las plagas. Algunas de las plagas más habituales son: los
pulgones, las larvas defoliadoras o el oidio.
También os dejo un link con mucha
más información, por si queréis profundizar un poquito más en el tema:
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