¡¡¡Qué bien que estamos casi casi de fin de semana!!! Por fin podremos tener tiempo para nosotr@s, descansar, hacer deporte o practicar nuestros hobbies favoritos. Seguro que muchos también aprovechamos para reunirnos con la familia y amigos, y preparamos una gran comida. Sin embargo, no siempre tenemos ganas de pasar horas en la cocina preparando una gran comilona, pero siempre queremos quedar bien. Para esos días, os propongo una de mis recetas estrella. Es super fácil y rápida de hacer, además de económica y suele gustar bastante...
Ingredientes
- Macarrones (según comensales, yo suelo usar un paquete de 1 kg)
- 1 bote de nata para cocinar (a mí me gusta que queden cremosos, por lo que uso un bote 500 ml, pero si los queréis un poco más suaves y con menos calorías, se puede usar un brick más pequeño)
- 1 cebolla
- 250 grm de bacon troceado
- Queso parmesano en polvo
Preparación
En una olla (yo uso la que es más plana) echamos un poco de aceite de oliva, y pochamos la cebolla troceada, y a continuación añadimos el bacon. Cuándo esté rehogado, echamos los macarrones y sofreímos un poquito para que cojan el sabor de la cebolla y el bacon. Añadimos la nata y uno o dos vasos de agua para cubrir bien los macarrones. Dejamos el fuego al máximo y no tapamos la olla, para que se vaya consumiendo poco a poco el agua, pero vigilando que no se queden duros los macarrones (si vemos que ya casi no hay agua, pero siguen duros, añadimos un vasito más de agua). Tienen que quedar los macarrones con un pelín de salsa espesa. Rectificamos sal, y si queremos unos macarrones con más sabor, podemos añadir un par de tranchetes, quesitos o queso de untar cuando están muy calientes, removiendo y mezclando bien hasta que se funda. Se pueden servir con un poco de parmesado espolvoreado.
Se puede acompañar con una buena ensalada verde, con mezclum de lechugas y canónigos aderezada con vinagre de módena, y tendréis una buena comida para compartir en menos de media hora en la cocina!!!!
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